Horas vacías propicias deprenden
bajo el sol ausente
negra sedienta desdoblada
atmosférica
la transparente eternidad
que mira
el anfitrión indiferente que
se deshace impuro, terroso
mientras navega hacia
el olvido, asciende
suntuosa.
Horas vacías propicias deprenden
bajo el sol ausente
negra sedienta desdoblada
atmosférica
la transparente eternidad
que mira
el anfitrión indiferente que
se deshace impuro, terroso
mientras navega hacia
el olvido, asciende
suntuosa.